Dentro del actual mundo de las organizaciones, las personas trabajamos a corto, mediano o largo plazo en situaciones a menudo inciertas e inestables. Teniendo que gestionar aspectos imprevisibles, tanto en el plano técnico, como en el humano o relacional en un universo en el que el cambio se acelera y en el que su situación tiende a hacerse cada vez más inestable y compleja.
El coaching, desde nuestro punto de vista, apunta a hacer progresar a las personas, liberando su potencial. Progresar con
vistas a un mejor rendimiento, pero también para hallarse mejor, con un manejo de su energía más adecuado, con menos estrés, menor sufrimiento, mejores relaciones y mayor placer y alegría.
El coaching para nosotros es un proceso específico que integra y toma prestados elementos de muchísimas disciplinas.
Lograr el mejor acompañamiento para contribuir con los objetivos fijados con cada persona, en cada caso requiere de recursos diferentes y de una comprensión y un abordaje únicos.
El éxito del coaching dentro del marco organizacional requiere de un diagnóstico inicial profundo y de establecer un plan de
trabajo consensuado y claro para todas las partes involucradas.
El proceso de coaching se podrían resumir en los siguientes cinco pasos:
La duración de un proceso de coaching está íntimamente relacionada con las necesidades de cada coach; de las áreas que desea abordar y
específicamente de su capacidad de aprendizaje y cambio.
A modo de orientación se sugieren 4 encuentros de dos horas de duración, con una periodicidad semanal o quincenal, dependiendo de cada
caso y etapa.